Escrito por Rochelle Warner, DVM, MS, PhD
Mantener la movilidad de las vacas y minimizar los sacrificios involuntarios debido a la cojera es un desafío continuo para la mayoría de las lecherías de confinamiento.
Las vacas con dolor en los pies necesitan controlar ese dolor lo mejor que puedan, generalmente a expensas de acciones tangibles como el consumo de alimento y el traslado rápido a la sala, y de detalles menos obvios como la función reproductiva. En resumen, las vacas cojas sufren tanto en términos de bienestar animal como de productividad del rebaño.
Trabajo con rebaños tanto en Colorado como en Nueva York, y descubro que sus problemas de salud para los pies son bastante similares. Las principales causas de la cojera en las lecherías de ambos estados son las verrugas del talón velludo, la pudrición de los pies, las úlceras en las plantas de los pies, la laminitis y la enfermedad de las líneas blancas.
Evitar la cojera en lugar de tener que tratarla es uno de los mejores ejemplos en la industria láctea de las ventajas de la prevención frente a la reacción. Podemos hacer todo lo posible para prevenir los problemas de salud de los pies mediante:
- Manejo de bajo estrés — Este enfoque para el manejo de las vacas debe ser parte de la cultura fundamental de la lechería. Cuando las vacas se asustan, se las empuja para que se muevan con demasiada rapidez o se las obliga a permanecer de pie demasiado tiempo, corren el riesgo de sufrir lesiones inmediatas en los pies y las piernas, así como de insultar repetidamente sus pezuñas, lo que puede provocar problemas a largo plazo. Los empleados deben recibir formación sobre técnicas de manejo que reduzcan el estrés, reforzando estas prácticas de forma regular día a día. Los investigadores del sector también recomiendan obligar a las vacas a permanecer de pie no más de 3 horas seguidas entre cada oportunidad de descanso.
- Evaluación de instalaciones — ¿El tráfico de ganado fluye de forma lógica en su lechería, por lo que las vacas requieren un mínimo de empujones y manipulaciones? ¿Están bien mantenidas las alfombrillas y los colchones de los establos y invitan a las vacas a descansar? ¿Hay puertas o esquinas estrechas que provoquen lesiones en los pies? ¿Se acumula hielo o estiércol en ciertas áreas que hace que las vacas se resbalen? Una perspectiva externa puede ayudar a ofrecer una evaluación imparcial de cómo puede hacer que sus instalaciones sean más cómodas para los pies.
- Superficies de hormigón — Ranurar el concreto puede ayudar a estabilizar la base, al igual que el tratamiento rutinario de raspar los callejones con arena o serrín antes de que las vacas los atraviesen. El uso de «camiones de succión» o rascadores es una forma cómoda de eliminar el estiércol, pero puede dejar superficies resbaladizas que también necesitan un soporte de tracción con arena o serrín. El concreto muy rugoso también puede desgastar las suelas y provocar úlceras en las plantas de los pies, así como la posibilidad de que se produzcan infecciones ascendentes debido a la ulceración de las plantas de los pies.
- Recorte rutinario — Recomiendo podar cada vaca de 1 a 2 veces al año, y hacerlo con más frecuencia en el caso de los animales cojos. Muchas lecherías tienen todas las herramientas y el equipo para podar con éxito, pero a menudo se enfrentan a problemas laborales. Recortar pezuñas es una especie de arte, y quienes lo hacen mejoran con más experiencia. La alta rotación de empleados significa que es necesaria una capacitación constante para garantizar que las pezuñas se recorten de manera correcta y consistente. Nuestro personal de la TDA y algunos proveedores comerciales están disponibles para ayudar con esta capacitación.
- Evaluación de cojera — La puntuación rutinaria de la locomoción de cada vaca puede establecer una línea de base para evaluar si los problemas de cojera están aumentando o mejorando en el rebaño. Estos datos se pueden interconectar con el DairyComp 305® para la evaluación de vacas individuales y de rebaños enteros. Los rebaños que puntúan regularmente a las vacas tienden a tener menos problemas crónicos de salud de los pies. Este es otro caso en el que un par de ojos externos puede ser lo mejor para una evaluación imparcial.
- Nutrición — Tanto la acidosis como un perfil mineral desequilibrado pueden provocar problemas generalizados de cojera en el rebaño. Colabore con su nutricionista para evitar estos problemas.
- Baños de pies — Casi todos mis clientes usan baños de pies para controlar las verrugas del talón y la pudrición de los pies, alternando entre sulfato de cobre y formalina entre 5 y 7 días a la semana. Ambos productos son eficaces, pero lo más importante que hay que recordar es que la materia orgánica y las temperaturas bajo cero los inactivan, por lo que deben gestionarse en consecuencia. Un área con una ventilación adecuada, una vigilancia minuciosa de las concentraciones de sustancias químicas y la longitud de los baños de pies son cruciales para el éxito.
Además, no olvides tus vaquillas. Los problemas con las pezuñas pueden comenzar en una etapa temprana de la vida y provocar dolor en las patas de las vacas incluso antes de que hagan su primer viaje a la sala de ordeño. Algunos de los problemas más comunes que se presentan en las vaquillas son alojarlas en lugares húmedos o embarrados, las lesiones que se producen en las instalaciones, las verrugas en el talón que comienzan en el corral de las vaquillas y el estrés al manipularlas.
En términos de manejo del dolor, actualmente no existen métodos de control del dolor aprobados por la FDA para el ganado lechero lactante. Algunos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos («AINE») se utilizan fuera de la etiqueta para aliviar el dolor de pies, pero esto debe hacerse con una cuidadosa supervisión veterinaria y respetando los tiempos de abstinencia de la carne y la leche. Comunícate con la TDA para obtener más información sobre los ajustes del protocolo para implementar el control del dolor en tu rebaño lactante.
Creo que todo el mundo estaría de acuerdo en que es mucho más atractivo y eficiente gestionar la salud de las pezuñas de forma proactiva que librar la batalla continua de controlar a las vacas enfermas y cojas. Muchos de los rebaños de mis clientes hacen un trabajo excelente a la hora de cuidar la salud de los pies, y se ven recompensados tanto en la producción de leche como en la reproducción, así como por su capacidad para realizar sacrificios más selectivos, en lugar de verse obligados a hacerlo por cojera.
Si hay demasiadas vacas cojas que afectan a las rutinas de manejo de su rebaño, cualquiera de los médicos de la TDA estará encantado de ayudarlo a crear un enfoque más positivo para la salud de los pies.